viernes, julio 03, 2009

diario del hipocondríaco, parte !$#"!%//&





ninguna parte, porque las neurosis están allí, a la pesca. en realidad no. pero nada de parte I, parte II, nada.
Durante algún tiempo revisaba mis pupilas varias veces por día. en el espejo del ascensor, en el baño de mi casa y en el baño del trabajo, en las vidrieras. se podrán imaginar. estaba preocupado por mis pupilas. me parecía que estaban demasiado dilatadas. ahora no recuerdo bien pero creo que había un motivo dando vueltas. alguna enfermdad sobre la que había oído. no sé. pero cada vez que iba al baño, me detenía a ver cómo andaban mis pupilas. el lugar más incómodo para la revisión era en la entrada del edificio. había un espejo fantástico, grande, limpio, bien iluminado. y me quedaba un ratito chequeando las pupilitas. hasta que pasaba algún transeúnte y me cagaba de la vergüenza.
Desde luego que nunca me atreví a preguntarle a alguno:

-che, ¿te parece que tengo las pupilas muy dilatadas?
-mi amor, creo que tengo las pupilas a la miseria.
-mirá mis pupilas, creo que tengo algo.

No, eso sí sería una locura. hay que evitar algunos papelones o guardárselos para la intimidad, para la patológica intimidad.
Acaso porque los médicos le revisan a uno las pupilas con una luz brillante. la verdad, no tengo la menor idea de por qué lo hacen. algún lector, si hay y si tiene el dato, sabrá desasnarme. y espero que también sepa por qué los médicos nos revisan las pupilas con esa luz mala.

2 Comments:

Blogger Esteban said...

Dicen que chequean a ver si responden bien a la luz. Para mi que quieren cegarnos para asi vendernos anteojos.

10:12 a. m.  
Blogger adrian said...

que gusto leerte de nuevo, lo del interes de los medicos por las pupilas es porque si te las ven muy dilatadas, te piden faso.

11:32 p. m.  

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